Esmorzars i tempestes.

El dimarts va tocar parlar de les destrosses que va fer el mal temps el cap de setmana passat per la zona de Tarragona. Concretament per Salou. Evidentment, l’E, tenia les seves coses a dir:

C: Allà a Salou tinc un apartament i ha volat gairebé tot.
R: Sí, me han contado que te vieron en la terraza agarrado a las hamacas para que no se las llevara el viento.
E: En donde yo he visto los cambios de tiempo más bruscos, vamos que hace sol y te giras y está granizando, es en Salou. Hace años fui a pasar unos días. Hacía un so... quinientos grados a la sombra! En esto que veo a un abuelo que por la mañana estaba ya recogiendo la tienda y le digo: “Abuelo, ¿plegamos ya?”. Y me contesta: “Es que está a punto de caer una, que más vale salir corriendo...”. “Hombre, usted está un poco senil, ¿no? Con el sol que está pegando...”. No nos dio tiempo ni a llegar al hotel que empezaron a caer chuzos de punta: agua, viento, .... Llegamos a la habitación del hotel y teníamos que achicar el agua con la colchoneta de la playa. Entraba por todos lados. Miro por la venta y dentro de la piscina veo que estaban todas las mesas y sillas de la terraza. Bajamos a la recepción para marcharnos para casa (porque yo allí no aguantaba un minuto más, bajo pena de no salir vivo) y la gente estaba agarrada a los sillones porque el aire y la lluvia se los llevaban.
R: ¡¡Esto de pasa por ir a sitios de estos!!
E: Total, que cogemos el 124 para marcharnos para casa y del agua que había acumulada en la calzada tuve que circular por encima de la cera. Al final llego a la plaza grande de Salou y veo un guiri con gafas de buzo y un tubo de estos para respirar debajo del agua. El tío estaba tumbado en el suelo. Me decido a pasar y nada... ¡un metro de agua había allí! ¡¡Me entraba hasta por la ventanilla!! Resulta que el tío no estaba estirado, si no de rodillas y el agua le llegaba al pecho. Total, que tuve que entrar en un bar a llamar a la grúa para que me sacara de allí y cuando entré todos estaban encima de la barra como si fueran a bailar como el Coyote Dax porque el agua había entrado dentro. Al final me tuvieron que sacar del charquito con una grúa que me remolcó hasta fuera...

També ens ha donat la seva peculiar visió del campionat de F-1, del desenllaç:

E: Ya ves tu, el box de McClaren parecía la casa de la pradera: el papuchi del Hamilton, la mamuchi (li diu així a la dona del pare del Hamilton) no estaba porque seguro que tenía quehaceres, pero el hermanuchi, la noviuchi... que no veas lo buena que està. Que digo yo que esta podría estar más por allí, en lugar de que apareciera siempre en primer plano el papuchi. Esta como que alegra a todo el padock.

Paraula d'E…